La solidaridad, un valor que los cubanos no podemos perder

Por Iván Paz Nogueira desde Ciego de Ávila 

Nuestro líder histórico, el Comandante en Jefe Fidel Castro, nos convocó en su magistral concepto de Revolución a ser tratado y tratar a los demás como seres humanos, una máxima que tenemos que tener presente siempre, sobre todo en los momentos complejos en que vivimos.

Sin embargo, en esta última etapa en la que el servicio de transporte público es crítico por la falta de combustible, es triste ver como dirigentes y choferes de carros estatales pasan constantemente por las paradas sin detenerse a recoger a pioneros, embarazadas, minusválidos y ancianos, entre otros sectores de la sociedad. 

Esos inconscientes, carentes de sensibilidad humana, no se percatan del daño que ocasionan al hacerle el juego al enemigo que estimula la subversión ideológica, mientras la población se irrita al ver cuánto derroche de combustible existe todavía, aparentemente sin beneficio de la economía y la sociedad.

Vehículos de entidades y organismos civiles y militares, sin excepción, lamentablemente, hacen caso omiso a la señal de PARE, que tanto demanda el pueblo trabajador en estos tiempos de escaso transporte público ante la falta de combustible y también de piezas de repuesto.

Siempre he dicho que si algo sobra en Cuba es el transporte, lo que muy mal organizado estatalmente, duele ver también que ómnibus de empresas de Transporte circulan prácticamente vacíos, alquilados por organismos sin recoger a los pasajeros.

En momentos en que el gobierno norteamericano arrecia el bloqueo contra Cuba y su heroico pueblo, no podemos permitir actitudes inhumanas, equivocaciones y errores imperdonables, por tanto todo el que maneja un carro del Estado tiene la obligación de Parar para recoger a sus vecinos, compañeros de trabajo y la población en general. 

Cuba es un Estado socialista de derecho y justicia social, según ratifica la nueva Constitución de la República, por tanto la falta de solidaridad es un hecho moralmente reprochable, denunciar oportunamente a los choferes indolentes tiene que convertirse en una práctica en cualquier rincón del país.  

Urge la acción coordinada del Partido y el gobierno en todas las provincias de Cuba para ordenar el imprescindible servicio del transporte, pues hay muchas reservas por explotar en este campo para evitar mayores afectaciones a  la población que necesita trasladarse diariamente hacia escuelas, centros de trabajo, hospitales, etc.

La inmensa mayoría del pueblo de Cuba juró ser como Fidel, ante el paso de sus cenizas por toda la Isla, nos queda ahora mantener su legado porque como muy bien dijo el Comandante, Revolución es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos.