Por: Iván Paz Nogueira
Más de trece mil pacientes con dificultades visuales de varias provincias del país se han beneficiado con la línea para lentes que funciona desde hace siete meses en la ciudad de Ciego de Ávila, en el centro de Cuba.
De procedencia alemana los costosos equipos humanizan el trabajo y entregan cristales de mayor confiabilidad, lo que redunda en la satisfacción de los clientes, asegura Madelín Cruz, administradora del laboratorio de tallado.
Agustín Ramírez, residente en el municipio de Baraguá, expresa su satisfacción por adquirir con rápidez espejuelos para su hijo aquejado con baja visión, quien hoy aprende mejor en la escuela gracias a los equipos a disposición de los avileños.
Las nuevas máquinas para lentes instaladas en Ciego de Ávila son operadas por un colectivo joven empeñado en producir cristales bifocal, progresivo y de altas graduaciones a pesar de las limitaciones que impone a Cuba el bloqueo norteamericano.
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