Discurso pronunciado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la república de Cuba, en la V Cumbre de la CELAC, en Punta Cana, República Dominicana, el 25 de enero de 2017, “Año 59 de la Revolución”.
Estimado presidente Medina;
Estimadas Jefas y Jefes de Estado o de Gobierno de América Latina y el Caribe;
Distinguidos Jefes de Delegaciones e invitados:
En la Cumbre que dio vida a esta Comunidad, en Caracas, en 2011, expresamos la convicción de que “la unidad e integración política, económica, social y cultural de América Latina y el Caribe constituye (…) una necesidad para enfrentar con éxito los desafíos que se nos presentan como región”.
Nunca ha sido más necesario marchar efectivamente por el camino de la unidad, reconociendo que tenemos numerosos intereses en común. Trabajar por la “unidad en la diversidad” es una necesidad impostergable.
Para alcanzarla, se requiere un estricto apego a la Proclama de la América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada por los Jefes de Estado y Gobierno en La Habana en enero de 2014, en la que nos comprometimos “con el estricto cumplimiento de su obligación de no intervenir, directa o indirectamente, en los asuntos internos de cualquier otro Estado,” y a resolver las diferencias de forma pacífica, así como a “respetar plenamente el derecho inalienable de todo Estado a elegir su sistema político, económico, social y cultural”.
Para ello, es indispensable que todos los miembros de la comunidad internacional respeten plenamente los postulados de la Proclama en sus relaciones con los países de la CELAC.
Sería deseable que el nuevo gobierno de Estados Unidos opte por el respeto a la región, aunque es preocupante que haya declarado intenciones que ponen en riesgo nuestros intereses en las esferas del comercio, el empleo, la migración y el medio ambiente, entre otras.
Por tanto, es imprescindible establecer cursos de acción comunes y hacer más efectiva la gestión de la CELAC.
Por otra parte, un retorno del neoliberalismo incrementaría la pobreza y el desempleo, agravando así las condiciones sociales en la América Latina y el Caribe.
Señor Presidente:
Reiteramos nuestro apoyo al pueblo y gobierno venezolanos en la defensa de su soberanía y autodeterminación ante las acciones contra la Revolución Bolivariana.
Seguiremos contribuyendo en la medida de nuestras posibilidades a la implementación del Acuerdo Final de Paz entre el Gobierno de Colombia y las FARC-EP y apoyando las conversaciones de paz con el ELN.
Reafirmamos que el pueblo de Puerto Rico debe ser libre e independiente; continuaremos apoyando los reclamos de Ecuador ante la negativa de las trasnacionales a reparar los graves daños ambientales en la Amazonía; rechazamos la manipulación política contra el gobierno boliviano y los intentos de desestabilizar el país; felicitamos al presidente Daniel Ortega por su reciente reelección al frente de Nicaragua y también a la vicepresidenta Rosario Murillo.
Reiteramos nuestro rechazo al golpe de estado parlamentario-judicial perpetrado en Brasil contra la presidenta Dilma Rousseff, a la que expresamos nuestra solidaridad, al igual que al expresidente Luis Inácio Lula da Silva.
Confirmamos el apoyo de Cuba a las hermanas naciones caribeñas ante los intentos de privarles del acceso a recursos financieros, en el enfrentamiento al cambio climático, y en su reclamo legítimo de reparación por los daños del colonialismo y la esclavitud.
Reiteramos nuestro aliento a los esfuerzos de la República Argentina para recuperar las Islas Malvinas, las Georgias del Sur y las Sandwich del Sur.
Estimado Presidente:
Deseo expresar la voluntad de Cuba de continuar negociando los asuntos bilaterales pendientes con Estados Unidos, sobre la base de la igualdad, la reciprocidad y el respeto a la soberanía y la independencia de nuestro país, y de proseguir el diálogo respetuoso y la cooperación en temas de interés común con el nuevo gobierno del presidente Donald Trump.
Cuba y Estados Unidos pueden cooperar y convivir civilizadamente, respetando las diferencias y promoviendo todo aquello que beneficie a ambos países y pueblos, pero no debe esperarse que para ello Cuba realice concesiones inherentes a su soberanía e independencia.
El bloqueo económico, comercial y financiero persiste, lo que provoca considerables privaciones y daños humanos que lesionan gravemente nuestra economía y dificulta el desarrollo.
Pese a ello, continuamos enfrascados en la actualización de nuestro modelo económico y social y seguiremos luchando por construir una Nación soberana, independiente, socialista, democrática, próspera y sostenible.
Quisiera expresar mi profundo agradecimiento al presidente Danilo Medina por su sentido homenaje de recordación al Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, en el acto inaugural de esta Cumbre, así como a todos aquellos que nos enviaron sus condolencias y mensajes de solidaridad.
Permítame, para concluir, agradecerle a usted y al pueblo dominicano por la hospitalidad y cálida acogida y felicitarlos por la labor desempeñada al frente de la Presidencia Pro Témpore de la CELAC; y al mismo tiempo manifestar nuestro compromiso de apoyo y solidaridad a El Salvador y a su presidente Salvador Sánchez Cerén, en su gestión al frente de la Comunidad durante el 2017.
Muchas gracias.
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