Por Iván Paz Nogueira
Alrededor de ciento cincuenta familias se han beneficiado en la provincia de Ciego de Ávila, en el centro de Cuba, con la transformación de antiguas escuelas en el campo en comunidades agrícolas.
La más reciente edificación concluida tiene por nombre Maximiliano Ramos y cuenta con sesenta y seis confortables apartamentos que ayudan a estabilizar la fuerza laboral en la empresa agroindustrial Ceballos, una de las más eficientes de la Isla.
El ingeniero Wilber Bringas Fernández, director de esa entidad, afirmó que el programa de construcción de viviendas contribuye al fomento de cultivos protegidos y semiprotegidos, lo que posibilita el incremento de vegetales frescos para la población y el turismo.
Obreros de la empresa agroindustrial Ceballos, en Ciego de Ávila, trabajan para concluir a finales del año otra comunidad agrícola denominada Pedro Martínez Brito que continuará transformando para bien la vida en el campo.
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