El actual período de lluvias es el más crítico de los últimos veinte años en Ciego de Ávila, lo que mantiene a esa provincia del centro de Cuba como una de las más dañadas del país por la prolongada sequía.
Con las escasas precipitaciones las presas solo acumulan el veinte por ciento de su capacidad de llenado y el manto freático sigue deprimido con menos del cuarenta por ciento de su potencial y varios sectores hídricos están en Alarma y Alerta.
Silvia Hernández, especialista en la Delegación de Recursos Hidráulicos, señaló que los municipios enmarcados en el centro de la provincia son los más afectados por el escaso líquido, que pudiera agravarse ante la ausencia de lluvias fuertes.
Con el complejo panorama, la población y las entidades de Ciego de Ávila están obligadas a incrementar la eficiencia en el abasto de agua y la racionalidad en su consumo, medidas esenciales para sostener el vital servicio.
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