La Habana celebra sus 495 años

Por: Enrique Dámaso Rodríguez Betancourt

…”Habana, hermosa Habana, a ti llega mi canto, como el gemir de violines que solo tocan para ti…” invoca una bella canción de Los Zafiros, que dice del cariño y la nostalgia que añoran los que alguna vez han pisado las calles de la capital de los cubanos.

Fuente de inspiración de artistas, músicos, y poetas, La Habana cumple  495  años de fundada. Asumí el privilegio de vivir en ella por algún tiempo y aún guardo en mis recuerdos imágenes de lugares emblemáticos que la distinguen de otras ciudades del mundo.

El malecón habanero, sitio de encuentros amorosos, espacio para románticos, noctámbulos y soñadores que disfrutan la bruma de las madrugadas y el encuentro de las olas en su ir y venir que le impregnan al visitante el olor a salitre y la espuma del mar de acuerdo a sus necesidades espirituales.

También el Capitolio habanero tiene sus encantos y artistas de la plástica lo perpetuán en sus obras, historiadores cuentan su existencia y fotógrafos locales con sus cámaras antiguas captan con los lentes un momento inolvidable.

Otros espacios de la Habana nos hacen suspirar y profesar nostalgia por no estar allí, mi pensamiento acude a la Rampa, el Coopelia con sus deleitosos helados y el rápido andar de cientos de personas que deambulan por el vedado capitalino.

Para mí, La Habana representa un encuentro de quimeras, un espacio de sortilegio, de sueños disfrutados, de una melancólica suerte de cubanía y sitio de referencia para personalidades de la cultura mundial como Ernest Hemingway, Alejo Carpentier, Lezama Lima, Nicolás Guillén y el Héroe Nacional José Martí, que hicieron de La Habana también su hogar.

En sus 495 años de existencia la capital de Cuba luce sus mejores galas,  los foráneos admiran su belleza y el sentido de pertenencia de los cubanos que coexisten en su entorno. La Habana, mas presumida que nunca, abre sus puertas y ventanas a quienes llegan y pasean sus calles en una magia que ennoblece sus encantos y reafirma desde sus adoquines que sus habitantes irán al encuentro de sus 5 siglos de existencia más confiados en el futuro.